En Honduras cuando una persona está muy enojada hasta sobrepasar el punto de la ira, suele decirse que está encachimbada. En ese estado la demostración de su disgusto es tan incontenible como una bomba a punto de estallar. Por ejemplo: “Después de hacer fila horas y horas en el banco, Juan estaba tan encachimbado porque no había sistema para pagar la electricidad, que no paraba de reclamarle a todo el mundo la pérdida de su tiempo”.
Cuando una persona se sorprende por alguna situación jocosa, seria o preocupante, en Honduras se suele responder con la palabra púchica. También es eufemismo de puta y es la contestación que sintetiza el coraje o la sorpresa que nos provoca una pregunta inesperada. Ejemplo: “—Hola Rafa ¿Supiste del alza a los combustibles?". — "¡Púchica! ¿Otra vez? Sólo eso nos faltaba".