El “pura vida” de los ticos, de los costarricenses, es una expresión que surgió a finales de los años 40 del siglo veinte. Es el reflejo festivo de una forma de ver la vida cotidiana, como si no hubiera un mañana, como si hacer planes fijos y tortuosos perteneciera a una disciplina dura y sin misericordia. Es pura vida nacer y morir, ganar y perder, la reconci- liación y la venganza, la paz y la guerra, la mueca o la sonrisa, el triunfo o la derrota, la felicidad o la tristeza. Costa Rica es el país más feliz del mundo, porque son pura vida, la resignación y la aceptación del aquí y del ahora.
A principios de la época colonial se utilizó esta palabra y su femenino criolla con el significado de “persona de origen africano nacida en América”, en oposición a bozal, palabra que designaba a la persona nacida en África y traída a América. Por la misma época, la palabra también se aplicó a personas de origen español, nacidas en América y a personas mestizas; es decir, hijas de español e india. Actualmente la palabra se aplica generalmente a plantas o animales oriundos del país o alguna de sus regiones: garbanzo criollo, ganado criollo, etcétera.
Autores
Ilustrador

Amable Desconocida
Escritor

Miguel Ángel Quesada
Sustituto de casi todo lo creado, el chunche es un comodín para suplir las carencias del lenguaje, que no nuestras, sobra decir. Es metonimia y sinécdoque, recipiente de lo que es y de lo que podría ser. Cualquier objeto puede ser un chunche, pero sus dimensiones guardan ciertas proporciones: una montaña no es un chunche, aunque un avión puede ser un chunchote, de la misma manera que por ese procedimiento un alfiler podría ser un chunchito. El chunche es cercano, cálido, tiene esa característica del costarricense que lo hace asequible; es el amo y señor del español de Costa Rica.
Autores
Ilustrador

María Magaña
Escritor

Gustavo Solórzano-Alfaro
Palabra de origen náhuatl que significa gemelo y que en Costa Rica ha desarrollado varias denotaciones en las que está presente la referencia a personas o cosas agrupadas en pares. Según la tradición encontrar un guápil (dos granos de café unidos) rojo, es indicio de amor encarnado; si es verde, esperanza; si es pintona, una carta por llegar, y si sale seca, traición. La palabra ha desarrollado la locución verbal “parar la guápil”, que significa caerse. Guápiles es una región caribeña del país. Para el mismo lugar se ha creado una variante en lenguaje informal y jocoso: Guapilandia.
Autores
Ilustrador

Lane Cope
Escritor

Miguel Ángel Quesada
Fusión fonética de la expresión “¿Y de ahí?”, que se empleaba para incitar al interlocutor a seguir con el tema o discurso en cuestión: “—Me fui a la montaña por la noche para cazar un venado; anduve y anduve... —¿Y de ahí? — Seguí andando, pero no vi ningún venado”. Ydiai se empleó durante una época con valor ilativo; es decir, para indicar la con- secución de un hecho o acción: “Sacó la panza p’ajuera, voltió los ojos en blanco, e hizo como cuatro muecas ¡Y di’ahi se quedó dijunto!” (Concherías, Aquileo Echeverría, 1989). Con el tiempo, la expresión fue cambiando en su fonética y significado.
Autores
Ilustrador

Tenedor
Escritor

Miguel Ángel Quesada
Adjetivo que representa un poderoso modelo cultural en el costarricense de nuestros días. Es el factor determinante en toda relación interpersonal y laboral. El abuso del pobrecitico facilita el acceso a posiciones importantes de trabajo, tanto al incapaz como al corrupto, al irresponsable como al indisciplinado, y a todos aquellos parásitos sociales que carcomen las bases de nuestro sistema democrático. Con la manipula- ción del pobrecitico se conquistan curules, altas funciones públicas y la corrupción, la criminalidad y el narcotráfico han echado profundas raíces en el suelo costarricense.
Autores
Ilustrador

Gabo Cárabes
Escritor

Pierre Thomas
Al costarricense se le conoce como tico o en femenino, tica. Este mote proviene de “her- manitico”, voz para dirigirse al otro durante el siglo xix. Se han creado expresiones como “hora tica”, plazo que permite alguna demora o “ser más tico que el gallo pinto” por sentir total identificación con Costa Rica, y “a la tica”, según la manera del ser costarricense, como “comer a la tica”, etcétera. También se usa como prefijo. Así surge Ticolandia, Cos- ta Rica en el lenguaje informal, Ticofertas (periódico), Ticovisión (empresa de noticias), Tico Burguesa (establecimiento de comida rápidas) y otros.
Autores
Ilustrador

Axel
Escritor

Miguel Ángel Quesada
El sabor de nuestra lengua